"El mundo pronto iba a llegar a su fin. Una llama macho, a sabiendas de que el océano pronto se iba a desbordar, se sentía muy deprimido. Cuando su dueños humanos se quejaron de que no quería comer, la llama les dijo que una gran inundación se produciría en cinco días, y les sugirió que vayan a la montaña Villca Coto con la comida de cinco días. El hombre, obedeciendo lo que la llama le dijo, salió a toda prisa, llevando tanto la llama como los suministros de alimento. Cuando llegaron a la montaña para encontrar el pico ya estaba lleno de todo tipo de animales. La inundación llegó justo como lo había predicho la llama y duró cinco días, luego el agua volvió a la posición normal del océano. La cola del zorro estaba empapada, por lo cual se convirtió en negra. Después, el hombre comenzó a multiplicarse de nuevo."
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Este es sólo uno de los muchos relatos referentes a un gran diluvio que encontramos entre pueblos quechuas en plena Cordillera de Los Andes, y uno entre cientos que han guardado pueblos indígenas de todas partes del globo. Pero este relato en particular me ha llamado la atención porque hay un dato preciso que nos muestra la capacidad que poseen los animales de presentir eventos naturales de gran magnitud. Esto mismo se ha visto en el gran maremoto ocurrido en Malasia en el año 2004, cuando algunas personas notaron un extraño comportamiento de los animales horas antes del tsunami. Hay quienes declararon haber visto gran cantidad de animales dirigiéndose tierra adentro, como si tuviesen un 'radar' orgánico especialmente diseñado para poder escapar a este tipo de evento. Pero lamentablemente muy pocos notaron este hecho y sólo otros pocos obedecieron el instinto de los animales, tal como hizo el hombre del relato. Esto debería hacernos reflexionar acerca de cuan importante es prestar atención al comportamiento de los animales, incluso y especialmente al de nuestras mascotas domésticas. Esos animalitos que nos acompañan en nuestros hogares podrían hacer la diferencia entre la vida y la muerte de nuestra familia ante un evento catastrófico inminente.
La mayoría de las personas sólo conocen el relato del diluvio universal de Noé contenido en la Biblia judeo-cristiana. Sin embargo existen innumerables relatos similares alrededor del mundo, lo que nos deja inferir que el relato del gran diluvio no es un mero cuento sino el eco de un evento que debe haber ocurrido hace miles de años y que sólo fue quedando en la memoria colectiva a través de el legado de contar esta historia de boca en boca, de padres a hijos generación tras generación. Conociendo esta realidad a lo largo y lo ancho del planeta, podemos asegurar sin equivocarnos que existieron muchos Noé en cada cultura y cada uno de esos Noé fué el continuador de su propia raza y cultura; por eso hoy podemos ver la diversidad de seres humanos que de otra manera sería imposible si todos descendiéramos de la familia de un único Noé. Cada cual puede sacar sus propias conclusiones.
Referencias:
Salomon, Frank & Urioste, George. The Huarochiri Manuscript, University of Texas Press, Austin, 1991.
